El subdelegado del Gobierno en Málaga, Miguel Briones, este sábado junto a altos mandos de la Policía y la Guardia Civil durante la rueda de prensa sobre la banda de atracadores desarticulada. FOTO/ EP
Los investigadores achacan 14 robos en tres meses a los miembros de la red internacional dedicada a explosionar cajeros automáticos, que ha sido desarticulada por agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil en una operación conjunta. De los cuatro detenidos, tres han ingresado en prisión; además de que hay una quinta persona investigada. El botín podría haber alcanzado los 70.000 euros, ya que no todos los hechos delictivos se consumaron.
El modus operandi era el uso de explosivos o gas oxiacetileno, según han explicado este sábado el subdelegado del Gobierno en Málaga, Miguel Briones; el comisario principal jefe provincial, Pedro Garijo Torres, y el coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Málaga, Jesús Esteban, que han informado de detalles de la operación.
La organización tenía una gran actividad delictiva, beneficiada principalmente por el anonimato de los dos autores materiales, los cuales son súbditos ingleses, de 25 y 29 años –que han ingresado en prisión–, que además utilizaban para la comisión de los delitos un vehículo de alta gama sustraído, según han señalado. Ambos tienen antecedentes, uno de ellos en su país por hechos similares.
La mayoría de los hechos delictivos han sido cometidos en localidades de la provincia de Málaga, como Mijas, Marbella, Alhaurín el Grande, el núcleo de La Cala del Moral en Rincón de la Victoria, Monda, Guaro, Algarrobo Costa, Málaga capital, entre otras;, todos ellos llevados a cabo en tan sólo tres meses.
Los registros y detenciones se han realizado en Estepona, Mijas, Ronda, Coín y San Pedro de Alcántara, en Marbella. En esos registros, cinco en domicilios y uno en un taller, se ha intervenido el sistema completo de bombonas de oxiacetileno, accesorios para poder llevar a cabo la explosión; y granadas de mano, preparadas para poder se utilizadas.
Además, se han intervenido más de 40.000 euros, procedente del botín, que potencialmente alcanzaría más de 70.000 euros, según han informado. También se han recuperado dos vehículos directamente vinculados con la actividad criminal y se ha aprehendido marihuana envasada al vacío preparada para ser distribuida y cocaína para distribuirla en España.
La organización estaba perfectamente estructurada en un grupo de acción, compuesto por sus ciudadanos ingleses los cuales ejecutaban materialmente los hechos de robos sobre los cajeros, y usando para ello un vehículo de alta gama, el cual había sido sustraído.
Por otro lado, hay tres miembros más que le prestaban el apoyo operativo para conseguir droga y gas acetileno, siendo estas tres personas españoles de las localidades de Estepona y Ronda. Una de esta personas está investigada, pero no fue detenida; mientras que las otras dos personas sí lo fueron, y una de ellas ha ingresado en prisión.
Una vez conseguían sustraer el dinero de los cajeros, los dos autores materiales invertían parte del botín para adquirir droga, por un lado marihuana, habiéndose desarticulado un laboratorio de cultivo y preparación de dicha droga en Ronda; y por otro lado cocaína, que distribuían al por menor, habiéndose desarticulado un punto de venta de dicha droga en Estepona.
A los tres detenidos que han ingresado en prisión –dos británicos y un español– se les investiga por los delitos de robo con intimidación, tenencia ilícita de armas de guerra, contra la salud pública e integración en organización criminal.
El subdelegado ha aludido a “la alarma social” que había producido estos hechos delictivos “no solo en las entidades bancarias sino sobre todo en los ciudadanos que utilizaban esos cajeros y en los vecinos” de los edificios colindantes y ha destacado que se “ha respondido “con una eficacia y rapidez muy difícil de superar de manera conjunta” en tres meses.
En este sentido, ha incidido en la “pulcra” operación desarrollada “además, en tiempo récord”, y ha advertido de la “peligrosidad” de la utilización de este tipo de materiales, que podría haber causado “desastres mayores”.
