El regadío en Doñana se convierte en el primer enfrentamiento entre Espadas y Sánchez

El candidato del PSOE-A a la Junta de Andalucía, Juan Espadas, este jueves en el Parlamento. FOTO/ PSOE-A

El candidato del PSOE-A a la Junta de Andalucía, Juan Espadas, este jueves en el Parlamento. FOTO/ PSOE-A

“Yo no soy la marca de nadie”. La frase, pronunciada este jueves ante los periodistas por el líder del PSOE andaluz, Juan Espadas, considerado hasta ahora como una especie de delegado ‘sanchista’ en Andalucía, ilustra su forma de marcar territorio propio frente al Gobierno central de Pedro Sánchez. Lo hace en un asunto especialmente sensible como la ampliación de regadíos en pleno Parque Nacional de Doñana, algo que se ha convertido en el primer enfrentamiento entre el sucesor de Susana Díaz en la federación andaluza y Ferraz.

Durante las últimas semanas, hasta este miércoles, día de la sesión plenaria en Sevilla, la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, telefoneó en numerosas ocasiones a Espadas para que votaran en contra de una iniciativa de PP, Cs y Vox. Sin embargo, los socialistas andaluces se abstuvieron. Una decisión tildada de “incomprensible” e “injustificable” desde Madrid.

Distintas fuentes socialistas, consultadas por Vozpópuli, han confirmado el enorme malestar hacia Espadas, no sólo de la dirección federal y el Ejecutivo central, sino también en el propio seno del Grupo Parlamentario del PSOE andaluz, cuyos 33 miembros no supieron lo que tenían que votar hasta pocos minutos antes de proceder a una votación plenaria en la que estaba en juego la posibilidad de convertir en terrenos de regadío más de 1.400 hectáreas, una cifra que las organizaciones ecologistas amplían a 1.900. En este punto, la portavoz de Unidas Podemos, Inmaculada Nieto, dejó una frase que ilustra la problemática surgida: “No hay agua que haga viable un número mayor de hectáreas de regadíoLa media docena de intervenciones que tuvieron lugar en la reunión a puerta cerrada en el Parlamento, previa al pleno de este miércoles, se orientaron en la línea de votar en contra de la Proposición de Ley de PP, Cs y Vox.

El último en tomar la palabra fue el parlamentario onubense Mario Jiménez, uno de los portavoces adjuntos del núcleo duro de Espadas, cuya beligerancia por momentos hizo pensar que el partido votaría en contra. Nada más lejos de la realidad, si se tiene en cuenta que Jiménez, además, ha sido designado por el líder opositor como mediador con los alcaldes afectados, en el marco de la influencia que ejerce sobre el candidato a la Junta, y ocupa un nuevo puesto en el PSOE-A: coordinador de estrategia, adscrito a la vicesecretaria general, Ángeles Férriz.

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