Subida de votos y porcentaje. Así se puede resumir, a grandes rasgos, el triunfo del Partido Popular de Marbella que lidera Ángeles Muñoz, a quien sin duda ha beneficiado el hecho de encabezar la lista al Senado por Málaga. Los conservadores locales logran ser de nuevo la primera fuerza del término municipal, con 19.870 votos (37,06%) frente a los 17.278 y el 30,79% del 20 de diciembre de 2015.
Son más de 2.000 votos de diferencia con respecto a hace seis meses, que saben a gloria para el partido que lidera la oposición en Marbella. No obstante, al margen de análisis posteriores que puedan hacerse, más en frío, todo parece indicar que el éxito del PP marbellí se ha debido más a la capacidad de movilizar votantes abstencionistas, que les dieron las espalda el 20-D, que en recuperar votos que se marcharon a Ciudadanos (C’s).
El partido de Albert Rivera desciende en poco menos de mil votos. Logra 9.237 (17,23%), frente a los 10.113 (18,02%) de 2015. La formación naranja retiene la tercera posición en la ciudad, por detrás del PSOE, 14.412 votos (26,88%). Los socialistas ven cómo se les escapan poco más 700 votos. Su resultado anterior fue de 15.171 (27,03%).
Sin duda, la gran decepción local la ha protagonizado la coalición Unidos Podemos. Se fijaban como principal reto desbancar a Ciudadanos de la tercera plaza, pero no ha sido posible. Su resultado es malo, sin paliativos. Izquierda Unida y Podemos cosechan juntos, este 26 de junio, un total de 8.357 sufragios (15,59%).
Cabe recordar que, por separado, Podemos logró hace seis meses 9.018 votos (16,07%) e Izquierda Unida 2.795 (4,98%). Esta suma supera con creces los 11.000 votos. Está claro que la fórmula de la coalición no ha calado lo suficiente entre los votantes que se mueven en este espectro ideológico, tal y como ha ocurrido a nivel nacional.
La participación ha sido de poco más del 63%, son tres puntos menos con respecto a la última cita con las urnas del 20-D de 2015.