El escaño vacío del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, este viernes con el vicepresidente Juan Marín en primer plano.
El escaño vacío del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, se ha convertido en la tarde de este viernes en el auténtico protagonista del pleno celebrado en el Parlamento andaluz, al estar ausente del mismo el gobernante del Partido Popular. Un hecho que ha sido aprovechado con duras críticas por parte de lo que el ejecutivo regional de centroderecha denomina “tripartito de PSOE, Vox, Unidas Podemos”. Las tres fuerzas políticas de oposición habían sumado sus votos en la Diputación Permanente del miércoles para forzar al consejero de Salud, Jesús Aguirre, así como al de Hacienda, Juan Bravo, a comparecer en la Cámara en una sesión extraordinaria, al no reanudarse el periodo de sesiones hasta febrero.
Desde primeras horas de la mañana los socialistas, con Juan Espadas al frente, habían caldeado el ambiente contra Moreno Bonilla, al ocultar deliberadamente su agenda oficial en Madrid (fijada desde hace semanas) para entrevistarse con el gobernador del Banco de España, así como para asistir, in situ, a primera hora de la mañana, a una entrevista en Radio Nacional. El PSOE andaluz ha preferido centrarse, al igual que Vox y Unidas Podemos, en que “Moreno prefiere irse de campaña a Salamanca con Mañueco, en lugar de estar aquí, atendiendo los problemas de los andaluces” en materia sanitaria. Ese ha sido el hilo argumental de la oposición durante el debate plenario de tres horas. Las tres formaciones han aprovechado, como un filón, el hecho de que el citado barón autonómico tuviera fijado un acto con su homólogo castellano y leonés para las 19:30 de este viernes en un céntrico hotel de la capital charra.
Cabe recordar que aunque Moreno hubiera ocupado su escaño, los encargados de comparecer y dar explicaciones eran los dos citados consejeros. El titular de Salud, Jesús Aguirre, ha dado la cara como de costumbre, con cifras y datos en el asunto estrella: la sanidad andaluza, utilizada por el PSOE como talón de Aquiles de la gestión de Moreno Bonilla, especialmente en lo que a la “atención primaria colapsada” se refiere, a pesar de que tal situación se extiende al resto de España, incluidas las comunidades socialistas.
