Una operación conjunta de la Guardia Civil y la Agencia Tributaria ha permitido la detención, en Marbella, de una persona de nacionalidad holandesa catalogada como “deslocalizado fiscal” a nivel internacional.
El detenido había conseguido amasar una fortuna cercana a los 25 millones de euros durante los 20 años que venía dirigiendo actividades empresariales fraudulentas en España, según han precisado desde dicho Cuerpo.
Así, según ha informado la Guardia Civil a través de un comunicado recogido por Europa Press, eludía a las autoridades tributarias españolas ocultando su verdadera identidad y su residencia habitual, utilizando para ello estructuras opacas y documentación de Países Bajos, Suiza, Gran Bretaña y España.
Las actuaciones que han llevado hasta la operación ‘Davy Jones’ se iniciaron en 2013 como consecuencia de un expediente de investigación de los órganos de Inspección de la Agencia Tributaria.
Los equipos de investigación de dicho organismo iniciaron el control y seguimiento sobre la actividad empresarial y personal del investigado, con lo que lograron “demostrar que poseía una red de colaboradores que le asesoraban en el diseño de las estructuras opacas y en el ocultamiento de la residencia fiscal, así como en la supuesta inversión de los beneficios”.
Además de participar en la investigación económica, por parte de los investigadores de Guardia Civil, se hacía actividad operativa sobre todos los movimientos del objetivo y de su entorno más próximo, todo ello con vistas “a acreditar de manera fehaciente tanto su residencia habitual como la actividad empresarial desplegada en nuestro país”.
Dos años de investigación
Tras dos años de investigación y constantes entradas y salidas del ahora detenido de España, los investigadores han procedido al arresto de esta persona, la cual había tejido entorno a un negocio de venta de gafas por Internet, con sedes físicas en varios países, un entramado de sociedades que le sirvieron como tapadera para ocultar su verdadero patrimonio durante más de 20 años.
La proximidad geográfica de la colonia británica de Gibraltar, donde el detenido disponía de sociedades matrices y cuentas bancarias –todo ello como instrumento fundamental para la defraudación cometida en España– fue determinante para que el defraudador eligiera el núcleo poblacional marbellí de San Pedro Alcántara como centro principal de su actividad empresarial, la cual estaba desplegada a nivel internacional.
Así, mientras permanecía en España vivía, aparentemente, como un empresario de reconocida solvencia, demostrando un alto nivel de vida que le permitía disfrutar de una mansión en una exclusiva urbanización situada en la localidad de Benahavís (Málaga).
Además, para sus desplazamientos utilizaba vehículos de lujo, alguno de ellos valorado en más de 400.000 euros, y practicaba actividades recreativas, tales como la navegación en embarcaciones de lujo. Esta situación contrastaba con su completa omisión a la hora de declarar sus verdaderos ingresos económicos ante la Hacienda Pública española.
Registros practicados
Además de la detención, también se han realizado varios registros en distintos inmuebles y sedes profesionales ubicados en los términos municipales de Marbella, Benahavís, en la provincia malagueña, y Sotogrande (Cádiz). A su vez, se ha embargado provisionalmente todo el patrimonio vinculado con la defraudación llevada a cabo por el detenido y se han bloqueado una veintena de cuentas bancarias de las que es titular.
Esta operación ha sido llevada a cabo por agentes del Grupo II de Patrimonio de la Unidad Orgánica de Policía Judicial y expertos en delincuencia telemática de la Comandancia de la Guardia Civil de Málaga, así como por inspectores y técnicos de los equipos de investigación y de la Unidad de Auditoría Informática de la Delegación Especial de la Agencia Tributaria en Andalucía