El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero junto al candidato a la Alcaldía de Marbella, Pepe Bernal, este jueves durante el acto que ambos han protagonizado en el Hotel El Fuerte. FOTO/ JAVIER MARTÍN
José Luis Rodríguez Zapatero ha estado unas horas en Marbella. Las suficientes para haber arropado con creces al candidato del PSOE a la Alcaldía, José Bernal, a quien ha dedicado grandes elogios: “Bernal es una de las personas y responsables políticos con más sentido de la decencia que he conocido”, ha dicho el expresidente del Gobierno nada más bajarse de su coche oficial y atender con gran amabilidad a los periodistas, sin límite de preguntas, algo de agradecer en la política nacional.
“Estoy en Marbella fundamentalmente por la simpatía que tengo por Pepe Bernal”, del que también ha destacado su “trabajo por la honestidad y una gran sensibilidad social”. Del conocimiento que dice tener de él ha añadido que “nunca le he oído decir una mala palabra de un adversario, de nadie, siempre le he visto expresarse con respeto”.
El exsecretario general del PSOE ha dicho valorar “extraordinariamente” a los políticos que quieren representar a los ciudadanos y “quieren tener nada más y nada menos que el honor de ser alcalde, por ejemplo de esta gran ciudad que es Marbella y que se muestran ante la gente con esa educación y ese respeto, porque un responsable público está haciendo todos los días pedagogía y demostrando todos los días cómo hay que comportarse y por eso estoy aquí, para apoyarle”.
Poco después de estas palabras Zapatero, que había almorzado con Bernal y otros dirigentes socialistas en un establecimiento del Casco Antiguo, paseo incluido, ha protagonizado un acto en el Hotel El Fuerte ante unas 400 personas, con motivo de los premios Carmen Olmedo, dedicados al feminismo.
Zapatero se dirige a los asistentes durante su intervención en el acto de este jueves en Marbella. FOTO/ JAVIER MARTÍN
Ya en su discurso quizás lo más llamativo en clave local ha sido cómo ha reivindicado que el Ayuntamiento de Marbella fue disuelto bajo su mandato, tras la llamada ‘operación Malaya’, en abril de 2006, en relación con la mayor trama de corrupción municipal habida jamás en la historia de España.
“Marbella fue uno de los expedientes que más trabajo me dio, la decisión de disolver el Ayuntamiento de Marbella la aprobó el Senado por unanimidad, ya es raro…”, ha dicho en tono jocoso. Luego ha llegado una de sus frases más contundentes frente a aquellos años oscuros del gilismo y postgilismo (1991-2006), en los que el Consistorio se había convertido en una cleptocracia, donde el Estado de Derecho parecía estar de vacaciones permanentes: “Disolvimos el Ayuntamiento de Marbella para acabar con la mafia y que volviera la ley y el Derecho a esta ciudad”. Como era de esperar, la ovación ha sido cerrada.
